"Estamos asistiendo a golpes de Estado no militares en Latinoamérica": Samper
A causa de una "judicialización de la política", un fenómeno "novedoso y grave".
El expresidente Ernesto Samper aseguró este jueves que en América Latina se está asistiendo "a golpes de Estado no militares" a causa de una "judicialización de la política", un fenómeno "novedoso y grave" que posiblemente "se siga extendiendo".
"Y es también una de sus principales amenazas", remarcó a Efe Samper, quien puso como ejemplos de esta "nueva idea" de Justicia los casos de los expresidentes de Brasil Luiz Inácio "Lula" da Silva y de Ecuador, Rafael Correa.
Para el exmandatario progresista colombiano (1994-1998), que hoy participa en la Casa de América de Madrid en el foro "El ímpetu de Latinoamérica en el nuevo orden mundial", el origen está "en la desaparición de los partidos como actores políticos", cuyo espacio ha sido ocupado por una serie de "poderes fácticos".
Estos poderes, dijo, "están representados por grupos económicos, de comunicación, organizaciones no gubernamentales internacionales y, por supuesto, por la presencia de jueces y fiscales que son utilizados como instrumentos para hacer una justicia mediática que no corresponde a lo que son los cánones tradicionales en Latinoamérica".
"Estamos asistiendo a unos juicios prácticamente mediáticos, en los que han comenzado a jugar factores que nos son propios de nuestro sistema judicial, como las delaciones, los testigos falsos, la no presunción de inocencia, las detenciones espectaculares para producir daños en la imagen de las personas. Ese es un panorama ante el que tenemos que abrir los ojos", indicó Samper, de 67 años.
Detrás de todo esto, según Samper, "es probable que se esconda un mensaje político, ya que estos poderes fácticos tienen un común denominador, que es que se identifican con un planteamiento de derecha. Así que descarto que detrás de todo esto se esconda un nuevo libreto político de tomar por asalto las instituciones".
"Estaríamos asistiendo a unos golpes de Estado no militares, como en el caso de la presidenta Dilma (Roussef), por ejemplo", aseveró.
Ante "amenazas" como esta y frente a otros desafíos a los que se enfrenta América Latina, como las políticas adoptadas por Estados Unidos hacia la región, Samper hizo un llamamiento a los países a mantener la línea de la integración, "porque desunidos nos van a cazar a todos".
En ese sentido, el expresidente colombiano se refirió a la situación de Unasur -organismo del que fue secretario general durante tres años (2014-2017)- tras la decisión de seis de sus miembros (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú), el pasado 19 de abril, de abandonarlo de manera indefinida.
"En términos médicos, Unasur está en cuidados intensivos, pero tiene posibilidades de salvarse si hubiera un gesto de generosidad por parte de los países que hoy se están oponiendo a que haya una persona que no sea de su afinidad ideológica para conducir los destinos de la secretaría", indicó.
Samper avanzó que próximamente tendrá lugar una reunión de cancilleres o delegados de cancilleres en Bolivia para buscar posibles fórmulas y desbloquear la situación que, recordó, "no es la primera vez que sucede".
Sobre la reciente celebración de las elecciones presidenciales en su país y la victoria del uribista Iván Duque, el exmandatario colombiano destacó, ante todo, el hecho de que por primera vez en la historia hayan tenido lugar en un entorno de paz.
Respecto a la intención de Duque de modificar en algún aspecto los acuerdos firmados en La Habana por el ahora presidente en funciones, Juan Manuel Santos, le recomendó "no tocar la columna medular".
"Sería un mensaje que internacionalmente puede ser mal recibido. No hay que olvidar que la comunidad internacional de una manera absolutamente clara y transparente apoyó y sigue apoyando esos acuerdos y participó en la elaboración de los mismos", afirmó Samper.
Por ello, advirtió, "cualquier modificación de fondo que se intente iría en contra de dos principios básicos: que los acuerdos fueron suscritos como acuerdos de Estado y no de Gobierno, y que detrás de ellos hay una obligatoriedad jurídica, tanto en términos nacionales como internacionales, que no puede ser desconocida".
EFE